Bienvenido
La noche al contrario de lo que parece, de lo que la imaginación popular e inducida cree, no es un monstruo que engulle, una sombra o un demonio; la noche no sólo vence y duerme y consume, lejos está de ser el territorio de lo inanimado y de lo volátil –los cuervos y los espíritus-, de lo efímero y de lo increado, de lo primigenio. Sucede que sin darnos cuenta, la noche también descubre y desentume, cambia y metamorfosea, descorre la pesada cortina para revelar los mundos ocultos, activos y móviles, fatales, que se amparan detrás del día. Por el contrario, a veces la luminosidad enceguece, altera la auténtica composición de las cosas, las distorsiona con su ansiedad de precisión y claridad; entonces la oscuridad –que ciertamente unifica y homogeneiza- es capaz de arrancar estas trampas y enseñarnos la otra realidad del mundo, ignota y despreciada, que nos negamos a ver; no se trata, sin embargo, de un espacio alterno y vano, no es una apariencia fútil de las cosas, sino simplemente otra mitad, una cara –no mejor, ni peor: diferente, complementaria- que por lo regular nos negamos a sentir y reconocer, aferrados a nuestra mezquindad fotocéntrica, pero que está ahí y también nos forma, nos nutre y nos anima.
La noche descubre, es un sitio fuera del sueño: la noche de los despiertos alberga seres que, apenas por casualidad, habitan los mismos cuerpos que tienen durante el día, pero lo cierto es que son a un tiempo otros y los mismos, reconstruidos bajo el influjo de las estrellas; por eso se inventó el sueño: para los que se rehúsan a asumir su naturaleza noctívaga, para los medrosos que prefieren la comodidad de la inconsciencia. En cambio aquellos que prefieren velar mientras las tinieblas se ciernen sobre la Tierra, -una raza especial, alterna, murmurante- asumen las mutaciones que la noche produce en sus caracteres y sus sombras, y son capaces de reconocer que ahí, en la infinita muerte del Sol, también hay vida.
Entender esto nos hará entender esta bitácora, soy un amante de la noche, he mirado mil cosas en la oscuridad, he sentido mil presencias, he llorado en las más profundas penumbras, de todo ello entiendo que la noches es mil cosas, es literatura, música, cine, en fin mil maneras de vivirla y donde muchos seres humanos nos sentimos mejor que en el mundo de la luz, donde todo es apariencia, invito a todos los noctámbulos a compartir sus vivencias, sus hallazgos, pero sobre todo, a tender un puente donde podamos compartir todos los saberes ancestrales de la noche, aquí los espero.
Para empezar, quiero recomendarles que esta noche intenten escuchar una canción que los hará hundirse en la ensoñación, "Saudade" del grupo Love and Rockets, y platíquenme de ustedes, soy un alma solitaria que en las noches sale de su cuerpo para habitar un mundo mejor, el mundo de nuestra oniria.
3 comentarios
Roberto Lapuente -
ojala y escribas seguido.
hector -
Lucia Hinojosa -